'Suspiria' (1977) de Dario Argento: el material del que están hechos los sueños
Suspiria es una película de terror dirigida por Dario Argento y estrenada en 1977. Protagonizada por Jessica Harper, que venía de colaborar con Brian De Palma y Woody Allen, rechazó un papel en Annie Hall para poder rodar esta película. También aparecen en la película la italiana Stefania Casidi, Udo Kier y Miguel Bosé. Como gran parte del cine italiano y parte del europeo, en este tipo de producciones se reunían actores y actrices de diferentes países y nacionalidades interpretando sus papeles en sus idiomas, para luego pasar a ser doblados en postproducción. Lo que podía resultar confuso para el reparto y lucir extraño para los espectadores. Que Udo Kier interpretara sus líneas en alemán desconcertaba a Jessica Harper, que no sabía exactamente cuando empezaba su diálogo al no entender alemán, pero también es desconcertante, sobre todo para el público que no está acostumbrado a ver cine doblado, ver las bocas moverse y que no correspondan con lo que se está diciendo. O que unas correspondan y otras no. En cualquier caso, Suspiria es la película más conocida no sólo de su director, Argento, sino del terror italiano, y que daría paso a una trilogía de películas ambientadas en ese universo.
Suspiria narra la historia de Suzy Bannion, una joven estudiante de ballet estadounidense que deja su país para perfeccionar su arte en la prestigiosa escuela Tanz de Friburgo, Alemania. Al llegar allí, en medio de una tormenta, es testigo de como Pat Hingle, alumna recientemente expulsada, abandona la academia. Y esto resultará ser algo importante, porque poco después será asesinada, siendo Suzy la última persona en verla con vida. A partir de ahí y de su incorporación a la academia, se sucederán una serie de muertes entre el profesorado y el alumnado, que Suzy investigará, para acabar descubriendo que la academia es en realidad un aquelarre de brujas al servicio de Helena Markos, la Mater Suspiriorum. Esta es una historia inspirada ligeramente en libro de Thomas de Quincey Suspiria de Profundis. De ahí sacan Argento y Daria Nicolodi el material para esta película y para las otras dos, Inferno y The Mother of Tears, que componen la trilogía de Las tres madres, un triunvirato de poderosas brujas que dirigen el mundo desde Roma, New York y Friburgo. Suspiria se centra en la Madre de los Suspiros o Mater Suspiriorum, también conocida como la reina negra, la más poderosa y antigua de las brujas.
Pero si por algo destaca Suspiria es por ser una experiencia cinematográfica bella y cautivadora. Y lo es precisamente por algunos apartados de su realización, como la fotografía. Luciano Tovoli fue el responsable de este apartado y persona clave, utilizando la técnica de procesado de tres tiras de Technicolor, siendo Suspiria una de las últimas películas en utilizar esta tecnología. El rojo, azul y verde son en Suspiria unos colores vibrantes, vívidos, brillantes, que inducen un estado de ánimo en el espectador, que predisponen a unas emociones y sensaciones determinadas. Pero la fotografía forma parte de un todo, que en conjunto, funciona muy bien para crear ese mundo onírico de sensaciones y emociones. Otra pata importante para conseguir esto es la banda sonora de Cherry Five, o Goblins, como se llaman aquí, un grupo de rock progresivo italiano que ya habían colaborado con Argento anteriormente. Suele ser la banda sonora uno de los aspectos más flojos del cine de Argento, siendo Suspiria una de las pocas excepciones. Lo cual es llamativo por este motivo y también por otro: fue creada antes del rodaje la película. Sin embargo en Suspiria funciona muy bien, convirtiéndose en una banda sonora imitada, cuando no copiada descaradamente, en multitud de ocasiones. Tampoco puede faltar el arte. La propia arquitectura, el diseño de arte y las localizaciones escogidas y recreadas son otra parte fundamental de Suspiria. La propia academia de ballet es un personaje. La fachada utilizada es la del edificio de La casa de la ballena en Frigurgo, ya parte icónica del cine de terror. Pero también lo son los interiores. Todo está cuidado al milímetro, como las manillas de las puertas, mucho más altas para resaltar esa indefensión de la protagonista y hacerla parecer más pequeña de lo que realmente es. Todo el conjunto, fotografía, arte, música, está dirigido para transformar la realidad distorsionándola, resaltando las cualidades no naturales de las cosas y sumergiéndonos en un mundo con las cualidades del sueño. Los personajes no parecen darse cuenta del color, porque en Suspiria refleja cualidades no naturales, óniricas. De ahí el contraste entre el día y la noche. La noche es el territorio del sueño. Por eso las actuaciones también tienen un punto teatral, como las propias muertes, que están perfectamente coreografiadas.
Suspiria es la película de la extrañeza. Argento quería que las alumnas de la escuela fueran interpretadas por niñas pequeñas, pero tanto su padre como el estudio lo disuadieron. Sin embargo, el guion no se cambió. Esto hizo que las actrices, incluyendo a la protagonista, estén infantilizadas, que su comportamiento genere extrañeza por no corresponderse con su edad, pero también genera que las veamos como las portadoras de la inocencia y la pureza. La academia es un espacio donde se desarrolla la magia negra y donde tienen lugar algunos de los asesinatos de la película, desde donde se extiende la corrupción al resto del mundo. La protagonista es la inocencia que combate esa corrupción. La historia de Suspiria no está contada desde una narrativa tradicional, por eso hay muchos misterios sin resolver y la película tiene un contenido altamente simbólico: la lluvia, el agua, la noche, la luz... Camino del medio siglo, Suspiria sigue siendo lo que: una porción del Gran Guiñol del mundo. ¡Que continue la función!
15 de febrero de 2022, 12:22
Suspiria e Inferno, de lo más bonito que ha hecho Argento, y motivo principal por el que no le hayamos quemado la casa después de filmar La terza madre xD.
Es curioso verla frente a un remate, también excelente, que hace todo lo contrario: dotar cada plano de un significado frente al Friburgo de Argento, donde lo importante es olvidarse de la historia y dejarse llevar por un entorno donde todo es extraño (me pregunto como hubiera resultado si pudiera haber filmado con niñas más pequeñas...seguramente, uno de los mejores cuentos macabros que podríamos haber visto)
Ahora, 43 años después de ver a Miguel Bose haciendo de profesor de danza y con sus numeritosa posteriori, sospecho que Helena Markos debió echarle belladona en el colacao como mínimo xD.
17 de febrero de 2022, 6:02
La terza madre me trae una imagen a la mente: Argento poniendo el cazo. LLegó tarde y mal, sobre todo si la comparamos con las dos primeras de la trilogía.
El remake todavía no lo he visto. Lo que leí me gustó, algo así como que ampliaba ese universo contando algo más sobre las brujas y la protagonista, que al menos en esta de Argento sólo se dan unas pinceladas. Es más importante el color rojo que la propia historia xD.
Ver la peli después de leer 'La cámara sangrienta' de Angela Carter me hace pensar en lo que podría haber sido esta película protagonizada por niñas. Seguramente Argento estaría en la cárcel por traumatizar menores. 'Gretel & Hansel' me recordó un poco a esta 'Suspiria' por ese intento de contar un cuento de hadas macabro.
Hacía tanto que había visto esta película que ya no recordaba a Bosé. Lo eliminé de mi memoria. Por cierto, esa frase te la voy a copiar. Cada vez que tenga que poner una excusa por algo diré eso de que "Helena Markos me echó belladona en el colacao" xD.