Después del éxito de Scream en 1996 de Wes Craven, que ha vuelto con su cuarta secuela este 2022, sucedió lo que suele suceder en estos casos: la llegada de las imitaciones. Pasó con The Abyss de James Cameron, que en el mismo año le salieron copias como Leviathan o Profundidad seis. O las películas de catástrofes de los noventa, o los imitadores de Tiburón... La lista es larga. Así pasó con Scream, cuyo éxito supuso una buena cantidad de imitadores de ghostface. ¡Si hasta incluso Wes Craven se llegó a copiar  así mismo! Así tenemos Sé lo que hicisteis el último verano, Leyenda urbana y esta Cherry Falls que, para regocijo de la mayoría, no tuvo secuelas.

Dirigida por Geoffrey Wright y escrita por Ken Selden, Cherry Falls no supuso ningún cambio en la carrera de ambos. Sucede igual con el reparto. Hay algunos rostros conocidos que suelen aparecer en algunas series y películas, como DJ Qualls, Brittany Murphy, Jay Mohr o Michael Biehn, pero en general, nada a destacar. Lo cual habla de lo que es y lo que podemos esperar de Cherry Falls. Una de las últimas películas de esa ola de slashers que generó Scream. Estrenada en el año 2000, tardaría todavía un poco en llegar a España. Yo creo que fui de los pocos incautos que la vio en el cine. Pero vamos, que también por esos años me colaron Dragones y mazmorras, y eso sí que fue duro. De El libro de las sombras mejor no hablar... Cherry Falls llega en un momento en el que el género de terror está cambiando: en Reino Unido estaban a punto de llegar Neil Marshall y Danny Boyle con Dog Soldiers y 28 días después, mientras que  Hollywood se afanaba adaptando franquicias del J-Horror, todavía a la espera de que James Wan hiciera su aparición y devolviera al terror a los éxitos de taquilla.

Te estoy queriendo decir algo con esta imagen, a ver si lo pillas...


Cherry Falls narra la historia de Jody Marken, una adolescente adorable y virgen, a la que le toca lidiar con los asesinatos que se suceden en su localidad. Pronto se descubre que el asesino se dedica a matar adolescentes vírgenes, lo que desata la locura de los jóvenes que, para escarnio de sus padres, montan una orgía donde perder la virginidad. Además de vírgenes y asesinos de vírgenes, tampoco podía faltar el secreto. Como en Pesadilla en Elm Street, los adultos, en este caso sólo algunos, como el padre de la protagonista y sheriff y el director del instituto, ocultan un secreto del pasado que está relacionado con los asesinatos que están ocurriendo. Uno de los puntos fuertes de la película es una de las características que pondría de moda Scream: la autoconsciencia. En este caso, entre lo voluntario y lo involuntario, juega con ella. Ya desde el título, que hace alusión a esa pérdida de la virginidad, la manera en la que está retratada esta sexualidad y algunas alusiones y juegos con el incesto que no me puedo creer que no fueran conscientes. Una de las escenas en las que el sheriff le está enseñando defensa personal a su hija fueron de lo más creepy que se podía ver en aquellos años en obras de este estilo. La muerte del asesino también juega con esta autoconsciencia y el humor.

Tres palabras: in-ces-to

Tampoco hay que olvidar que esta película llega en un momento delicado en EEUU. Después de la masacre de Columbine, la violencia en los videojuegos, en la televisión y en el cine, especialmente en las películas destinadas al público adolescente, está en el punto de mira de organizaciones conservadoras que lo que quieren es censurar esas obras acusándolas de causar actos de violencia. Cherry Falls tendría problemas en este sentido y tuvo que remontar la película para eliminar las escenas más gore y quitar también otras escenas consideradas demasiado sexuales. Vamos, quitar tetas. Porque ya que el Pisuerga pasa por Valladolid, pues también molestaba el sexo y las tetas a esas organizaciones conservadoras. Hasta en Buffy cazavampiros sufrieron las consecuencias que trajo el tiroteo de Columbine por aquellos años para muchos creadores. A pesar de lo cual, la película tampoco se resiente demasiado de estos intentos de censura. Cherry Falls es una obra situada entre Sé lo que hicisteis el último verano y Cut o Final Stab, el bajo presupuesto de verdad de los directos a vídeo. Si no se pierde esto de vista y se sabe ver lo poco en serio que se toma a sí misma, si te gustaron cosas como The Faculty o si debido a un golpe en la cabeza, sientes nostalgia por finales de los noventa y principios de los dos mil,  Cherry Falls es una película entretenida para pasar la tarde. La otra opción es ver capítulos antiguos de Celebrity Deathmatch mientras suena Marilyn Manson de fondo.