Fonda sangrienta, Blood Diner en inglés, es una comedia de terror de la directora Jackie Kong. Estrenada en 1987, es junto a El ser, también dirigida por Kong, una película de culto reivindicada en los últimos años. Jackie Kong, que sólo ha dirigido cuatro largometrajes, todos en los ochenta, con estas dos comedias de terror se ha convertido en una directora a reivindicar, dado el escaso peso de las mujeres en la dirección en general y en el género de terror en particular. No ha habido muchas directoras de cine de terror en el pasado, y de las que ha habido, su obra está inencontrable o en una calidad pésima, siempre de difícil acceso. Afortunadamente, es algo que está cambiando en los últimos años. En el caso de Jacckie Kong, tanto El ser como Fonda sangrienta tienen ediciones en Blu-ray más que decentes.


Fonda sangrienta empieza con una escena en la que una madre sale a comprar tampones al supermercado dejando a sus dos hijos pequeños solos en casa. A través de la radio, escuchamos un anuncio de las autoridades advirtiendo del peligro de un maníaco suelto. Este maníaco derriba la puerta de casa y se acerca a estos dos niños que lo llaman tío. Porque son sobrinos del loco homicida, que es líder de una secta que trata de devolver a la vida a la diosa egipcia Sheetar a través de un complicado ritual que incluye desmembramientos y sacrificios humanos. Pero fracasa y es asesinado por la policía antes de completar el ritual. Veinte años después sus dos sobrinos dirigen un establecimiento vegetariano de comida saludable que no es más que una tapadera para ocultar la verdad: su canibalismo. Fonda sangrienta es la historia de dos hermanos caníbales que quieren devolver a la vida a la terrible diosa Sheetar.


Save the cheerleader, save the world

La película tira de un humor bastante pasado de vueltas que no es apto para todos los públicos. Hay tetas. Pero muchas tetas. Completamente gratuitas. También una luchadora desnuda apalizando a uno de los protagonistas a golpe de kung-fu. Y un luchador de wrestling llamado Jimmy Hitler, con bigote y esvástica. Y un par de guitarristas disfrazados de Hitler. Y cuerpos desmembrados y amputados. Y zombis. Y un policía pecholobo luciendo cadenas de oro. Y un cerebro parlante con ojos en un frasco de cristal. Y una vagina dentada gigante... Todo esto y más en poco más de hora y media, porque Fonda sangrienta es una comedia y no juega a ser otra cosa.


El Hulk Hogan alemán

Fonda sangrienta forma parte de ese género tan en boga en los ochenta: la comedia de terror. Un pandilla alucinante y El terror llama a tu puerta de Fred Dekker, La noche del cometa de Thom Eberhardt, El regreso de los muertos vivientes de Dan O'Bannon... La lista es larga, y Fonda sangrienta merece una mención especial, no por estar dirigida por una mujer, sino por su calidad. Es una película divertida, con escenas muy locas y un guion absurdo, que nunca se toma en serio A veces se pasa de rosca e insiste con el mismo chiste varias veces, como la pelea de wrestling entre uno de los protagonistas y el luchador Jimmy Hitler, y otras es más visual que narrativo y entra mejor la gracia. No es la gran joya olvidada del género pero si te gustan este tipo de películas bien merece un visionado. A nivel de producción, está bastante por encima de su otra comedia de terror, El ser, lo que la hace más accesible. Si gustas de esta Fonda sangrienta, probablemente también te guste El ser.