A los surcoreanos hay que reconocerles que se lo han montado muy bien. Parasite ha sido la culminación de un proceso y el premio a todo ese trabajo, pero la cosa ya viene de antes. Desde Japón nos llegaba la mejor animación, que junto a las películas de artes marciales producidas en Hong Kong, era todo lo que estaba a nuestro alcance en ese momento. Esto empieza a cambiar a finales de los noventa con el fenómeno J-horror, fundamentalmente japonés pero del que se aprovechan otras industrias cinematográficas como la tailandesa y la indonesia. Pero ya no es raro ver una película vietnamita o taiwanesa, eso sí de género. Y entre todo ese cine de explotación, que ha dejado un profundo poso e influencia en lo que se hace hoy día, se colaban de cuando en cuando alguna película surcoreana. Y ese de cuando en cuando se ha ido convirtiendo en un goteo constante. Además, el género preferido es el thriller, no el terror, aunque a veces estén conectados. Lo que está claro es que ver más películas surcoreanas que portuguesas es el signo de nuestros tiempos. Y los test laterales. No nos podemos olvidar de los test laterales.

Por si alguien todavía es nuevo en esto del cine surcoreano, algunos apuntes de lo que puede esperar: películas largas, es raro que bajen de las dos horas, se fuma mucho, la gente habla con la boca llena, se mezclan los géneros, con cambios de tono muy acusados, y hay giros muy locos. Todo esto, casi sin excepción, con sus buenas dosis de clasismo y machismo. Estos elementos son los que están presentes en The Witch: Part 1. The Subversion. Escrita y dirigida por Park Hoon-jung, sobre todo conocido por ser el guionista de I Saw the Devil, se estrenó en 2018, y forma parte de una trilogía que todavía está por venir. De momento, lo único que se sabe es que Park Hoon-jung está trabajando en la segunda parte, sin fecha de estreno. Pero aunque eso nunca ocurra, The Witch: Part 1. The Subversion se puede ver como película independiente, con su principio y su final. Sólo es el breve epílogo de la película lo que nos sugiere lo que está por venir, abriendo una nueva trama. 

The Witch: Part 1. The Subversion narra la historia de una joven y de su traumático pasado, del que no recuerda nada. Diez años antes, y mediante el flashback con el que comienza la película, deducimos que se ha escapado de una especie de complejo científico, llegando a una granja donde una pareja, tras el trauma de perder a su hijo en un accidente de tráfico, busca superar el duelo. Se hacen cargo de la niña y la crían como si fuera su propia hija. Así, muy resumida, es la trama del primer tercio de la película. Lo cual, no es de extrañar que supere las dos horas. Y tampoco extraña el ritmo. Siempre están pasando cosas. Esta joven adolescente, Koo Ja Yoon, debido a los problemas financieros de la granja familiar, decide participar en un concurso de talentos televisivo para ganar algo de dinero. Será esta aparición en televisión la que desate unas fuerzas que han estado ocultas durante diez años, y que amenazarán tanto a su familia y entorno como a ella misma. El segundo tercio de la película narra el juego del gato y el ratón entre Koo y varias organizaciones que quieren secuestrarla, culminando con media hora de revelaciones que dan un giro loco, loquísimo, a lo que estábamos viendo hasta ahora. Que es algo habitual en el cine de este país. La película empieza como un drama con tintes de misterio, sigue como thriller y acaba como película de acción y ciencia ficción, regado todo ello de comedia. Y dos huevos duros. Porque tampoco podía faltar la escena de personajes comiendo. Las escenas en tren en las que Koo y su amiga Myung-Hee, la del rulo en la cabeza, van y vienen de Seúl, me recuerdan a los largos viajes en Talgo que me comí desde mi infancia hasta prácticamente los veinticinco, con la gente hablando, comiendo y en algunas ocasiones hasta fumando. ¡Cómo hemos cambiado!

Siempre he pensado que todos estos directores surcoreanos, al menos los que nos llegan a occidente, han visto mucho giallo italiano. También influye que el género que más nos ha llegado de Corea haya sido el thriller. Que sí, mezclan mucho y lo retuercen, pero fundamentalmente las películas no dejan de ser thrillers. Como le pasa a James Wan con su última película Malignant, que creo que ha sido bastante incomprendida; no hay que tomársela mucho en serio, sólo disfrutarla. Lo mismo hay que hacer con The Witch: Part 1. The Subversion. Por eso quiero mandarle un mensaje a Park Hoon-jung: ya estás tardando en sacar la segunda parte. Y si metes dinosaurios, nazis y algún viaje en el tiempo, mejor.