Paul Tremblay es uno de los autores más conocidos dentro de lo que se ha venido a llamar New Weird. Quizás su nombre no suene tanto como el de China Miéville o el de Caitlín R. Kiernan, pero sus libros están entre los más populares del género. Yo todavía sigo sin explicarme como Laird Barron no termina de romperlo con alguna novela, y mira que lo ha intentado, pero no hay manera. No le acompaña la suerte como a John Langan, Victor LaValle y Stephen Graham Jones.


Desaparición en la Roca del Diablo trata sobre precisamente eso, una desaparición. En este caso, la de Tommy, un niño de doce años que desaparece al internarse en un bosque. La novela reconstruye los hechos que han llevado a esa desaparición, y lo hace  partir del personaje protagonista, Elyzabeth, la madre de Tommy, y Kate, la hermana pequeña de Tommy. Así nos adentraremos en la vida de este adolescente, de su grupo de amigos y de su familia. Y no todo es lo que parece.

El misterio de la desaparición de Tommy, su investigación y su esclarecimiento son el leitmotiv de la novela. Precisamente uno de los fallos de ésta es querer jugar la carta sobrenatural. Se presentan unos hechos que apuntan en esa dirección y a los que luego se les da una explicación racional. Paul Tremblay lo hace varias veces, de manera gratuita, porque no era necesario y ralentiza la trama más de lo necesario. Como en algunas de las películas de Shyamalan, repite conceptos en aras de que el lector no se pierda el mensaje que quiere transmitir, pero es que este no es ni tan crucial ni tan interesante como para justificar estas repeticiones.

Shyamalan repasando conceptos en Señales

La popularidad de la obra de Tremblay en parte viene justificada por un estilo directo sin muchas florituras, pero también hace mucho una de las características de la ficción de nuestra época: las referencias a la cultura popular. Referencias que más parecen algo que el autor arroja a la cara del lector joven para dejarle claro que él es uno de los suyos que un recurso literario necesario para hacer avanzar la trama. Snapchat, Instagram, el Minecraft... todos hacen acto de aparición en la novela, junto a The Walkind Dead, las películas de zombis de Romero y un largo etcétera de gratuitas alusiones a obras de ficción que no aportan nada a la historia. Es el lugar común de nuestros días.

Paul Tremblay camelando a la chavalada

Desaparición en la Roca del Diablo no es la mejor opción para adentrarse en la obra de Tremblay. Tampoco hay que perder la vista que Tremblay escribe con el ojo puesto en un público que los anglosajones llaman Young Adult. Nada malo en ello, pero hay que tenerlo en cuenta para no llevarse sorpresas. Por lo demás, y aunque no es una novela perfecta, sí que está bien escrita, es entretenida y no es demasiado larga. Quitando de aquí y de allá creo que le hubiera quedado una novela más redonda, pero debido a su tono ligero tampoco se hace muy larga. En España Nocturna Ediciones ha publicado tres de sus novelas, La cabaña del fin del mundo, Una cabeza llena de fantasmas y esta Desaparición en la Roca del Diablo

Tremblay, P. (2017). Una cabeza llena de fantasmas. Nocturna Ediciones.
Tremblay, P. (2018). Desaparición en la Roca del Diablo. Nocturna Ediciones.
Tremblay, P. (2021). Una cabeza llena de fantasmas. Nocturna Ediciones.