A finales de los noventa Buffy cazavampiros se convirtió en un pequeño fenómeno cultural entre los jóvenes, sobre todo anglosajones, generando una onda larga cuyos efectos podemos ver hoy en día: nueva serie de cómics, referencias en otras obras culturales, sujeto de tesis universitarias, posible nueva serie... Y este impacto, toda esta influencia, se dio desde el primer día, lo que no deja de ser curioso si consideramos los problemas que tuvo para renovar y el cambio de casa en sus temporadas finales. Le pudo haber pasado lo que a Firefly, también de Joss Whedon, y acabar convertida en serie de culto. Estrenada en marzo 1997, casi de inmediato se sucedieron revistas, libros, fancines y el desarrollo de una importante comunidad en el internet de aquella época.

Halloween Rain, publicado en 1997 y basado en el Buffyverso de la primera temporada, fue una de las primeras novelas ambientadas en la serie de televisión. Escrito a dos manos por Christopher Golden y Nancy Holder, Halloween Rain sigue el esquema de un capítulo de la serie, narrando el enfrentamiento de Buffy con el rey de Halloween, un antiguo demonio adorado por los druidas celtas y que ya fue responsable de la muerte de una cazadora en el pasado. Ahora este demonio, que se manifiesta el día de Halloween, tiene un plan para acabar con Buffy: atraerla al cementerio para tenderle una trampa y acabar con ella. Por el camino, el instituto, vampiros, una horda de zombis, fiesta de Halloween en el Bronze y Xander, Willow y Giles ayudando a Buffy.

El éxito de Buffy Cazavampiros se fundamentaba en dos aciertos de Joss Whedon como creador: las referencias a la cultura popular adolescente de la época y el humor. Lo que se ha venido a denominar cultura friqui, hoy hegemónica en casi todos los aspectos de la creación cultural, estaba muy presente en la serie. Al igual que en esta novela, donde hay alusiones y referencias directas a Expediente X, Star Trek, Pesadilla antes de navidad, Burnt Offerings, Dawn of the Dead y una larga lista de programas de televisión y películas. Si consideramos que la novela no pasa de las ciento cincuenta páginas, es algo bastante meritorio. Como meritorio es lo bien que pillan el tono Golden y Holder al humor de la serie. Las dinámicas entre los personajes y sus continuos y graciosos tomas y dacas están muy bien capturados en la novela.

Halloween Rain no deja de ser una obra de explotación de una serie de televisión dirigida a un público adolescente. Con un estilo sencillo de frases cortas y mucho diálogo, en apenas diez breves capítulos narra una historia que bien podría haber sido el guion de un capítulo de la primera temporada de la serie. Así que con esto en mente y después de leer obras similares de Expediente X, Supernatural o Battlestar Galactica, puedo decir que Halloween Rain da lo que promete. Así que si eres fan de la serie y te apetece algo nuevo y ligerito ambientado en el mismo universo, esta novela no es una mala idea. Si no eres fan de la serie, huye.

Golden, C., & Holder, N., (1997). Halloween Rain, Archway.