La maldición de los zombies es una película de terror del británico John Giling producida por la también británica Hammer. Cuenta con guion de Peter Bryan, que aunque no muy prolífico, sí escribió algunos de los mejores guiones de la Hammer, en concreto los de El sabueso de los Baskerville y Las novias de Drácula. Además cuenta con un reparto muy solvente, que si bien no aparecen ni Christopher Lee ni Peter Cushing, también tienen su carisma, como son Adre Morell, Diane Clare y una estupenda Jacqueline Pearce.

John Giling cuenta con una larga trayectoria como director y guionista que se remonta a finales de los cuarenta, aunque su etapa más recordada es precisamente esta última, la de sus películas para la Hammer. Del mismo año, y prácticamente con los mismos decorados, dirigió El reptil. Otra del año siguiente con Andre Morell de protagonista es El sudario de la momia. También suya es The Shadow Cat y una de esas rarezas españolas del fantaterror que a la postre sería su última película, La cruz del diablo, protagonizada por Carmen Sevilla.

La maldición de los zombies trata sobre una epidemia en un pequeño pueblo inglés que afecta a los jóvenes de la localidad. El doctor del pueblo, Peter Tompson, decide pedir ayuda a su mentor y amigo Sir James Forbes, que junto a su hija Sylvia, se encaminarán hacia dicho pueblo para ayudar a Peter. Cuando llegan a su casa descubren que algo anda mal con Alice, amiga de Sylvia y esposa de Peter. También tendrán su primer encuentro con Clive Hamilton, el villano interpretado por John Carson. Hamilton es el heredero de la familia terrateniente del pueblo, una familia venida a menos desde que tuvieron que cerrar una de las minas que les proporcionaba su riqueza. Y con este planteamiento, la muerte de la joven Alice y los cuerpos desaparecidos de los recientes fallecidos por esta inexplicable plaga, comienza la investigación. Casi la mitad de la película es un toma y daca de la pareja protagonista, Andre Morell y Diane Clare, que aquí interpretan el papel de padre e hija. Es una pareja muy divertida, casi parecen los protagonistas de un buddy film de los ochenta.


El tercer acto de la película es el más loco, con peleas, escenas oníricas y deus ex machina gratuitos a un ritmo frenético. Es la parte protagonizada por Sir James, que rompe la magia y el buen rollo que tenía con su hija Sylvia. En La maldición de los zombies hay una lectura social y sobre todo, como el título indica, hay zombis. Zombis antes de los zombis tal y como los conocemos, que estarían por llegar dos años después con Romero. Hay también ladrones de cuerpos, ritos vudús, minas supuestamente abandonadas y mucha comedia. Igual no es la mejor de las películas de la Hammer, pero sí es una de las más entretenidas. ¿Qué es un zombi para un terrateniente inglés? La respuesta en la película; o en la canción de La polla.