Kim Newman es un periodista y escritor inglés autor de varias series fantásticas, entre las cuales está la de Año Drácula, a la que pertenece esta novela, El año de Drácula. Tambiés es autor de la serie El Club Diógenes y de Las aventuras de Genieveve, esta última basada en el mundo de Warhammer, cuyos personajes también aparecen en El año de Drácula. Porque con Kim Newman todo, absolutamente todo, es susceptible de ser usado o reutilizado en una historia de ficción.

El año de Drácula es una mezcla de varias: es una novela de historia alternativa que mezcla ficción y realidad. Partiendo del libro de Stoker Drácula, Kim Newman se pregunta qué es lo que hubiera pasado si Van Helsing hubiese fracasado en su misión de acabar con el conde. El año de Drácula tiene lugar unos años después, con Drácula convertido en príncipe consorte de la reina Victoria gobernando el Imperio Británico y con los vampiros saliendo a la luz. Ahora la sociedad se divide entre cálidos y vampiros, pero sigue habiendo clases sociales. Ser vampiro, si eres pobre, no significa nada. Los verdaderos vampiros, los más poderosos, son los conocidos como antiguos, que llevan viviendo cientos de años. O los neonatos ricos, personajes influyentes que se han convertido.

El año de Drácula está ambientado en un mundo alternativo de fantasía donde el conde Drácula gobierna el Imperio Británico. Con las cabezas de sus enemigos en picas y su guardia de vampiros cárpatos protegiéndole, los crímenes de cuchillo de plata, luego conocido como Jack el destripador por la prensa, amenazan con acabar con este nuevo régimen. Charles de Beauregard será el encargado del Club Diógenes de investigar estos crímenes. Hará equipo junto a la antigua Genieveve de Dieudonné. Cuchillo de plata, cuya identidad en todo momento conocemos como lectores, se dedica a asesinar a vampiras prostitutas. Por la novela desfilan toda clase de personajes, instituciones y lugares reales y ficticcios. Se nombra a Bram Stoker, que está en el campo de concentración conocido como La acequia del Diablo junto a Sherlock Holmes, aparecen por ahí el doctor Hyde y el doctor Moreau, el inspector Lestrade dirige Scotland Yard, se nombra a Oscar Wilde, Lewis Carroll y George Bernard Shaw... 

También muy interesante es cómo Newman reconstruye Drácula en su novela más allá del fracaso final de Van Helsing. Lucy pasa de mujer virtuosa a joven frívola y algo casquivana, Lord Godalming acaba convertido en neonato arribista, Jack Seward es un enfermo y psicópata asesino, Mina es una de las concubinas del conde en la corte real... Otra cosa que está muy lograda en la novela es el mundo vampírico y su folclore. Hay distintas ramas, distintos linajes. Depende de quién sea el que te dé el llmado "beso oscuro", desarrollas unas características u otras. Por ejemplo, los descendientes de Drácula pueden transformarse en animales. Tampoco está del todo claro el proceso de convertirse en vampiro. No es para todos igual ni termina de la misma manera. Convertirse entraña riesgos, como desarrollar enfermedades y mutaciones. Además se afilan los rostros, crecen los colmillos y las uñas. Y luego está el misterio de por qué no se ven reflejados en superficies ni aparecen en fotos. A veces se ve una mancha, otras un vestido o un traje aparentemente vacío, y otras veces no se ve nada. Por supuesto el folclore está equivocado. El ajo no les hace nada, ni el agua bendita y las cruces, ni tan si quiera el sol. Los más antiguos pueden caminar de día. Algunos vampiros como Drácula y sus descendientes desarollan aversión a algunas de estas cosas, pero es puramente psicológica. Lo único que acaba con ellos es la plata.

El año de Drácula es una novela llena de personajes fascinantes y cuyo universo es sugerente y atractivo. Creo que hay pocos mundos de fantasía tan atrayentes. Además, todas las referencias y personajes que desfilan por sus páginas están introducidos en la historia de una manera muy natural, como que se juntes Fu Manchú, Mycroft, el hombre insivible y otra serie de villanos para acabar con cuchillo de plata. Para mí la parte floja de la novela es la propia trama. Y lo es porque creo que no importa demasiado. Lo importante son los personajes y el mundo en el que se mueven, conocerlos y conocer un poco más de ese universo alternativo, a medio camino entre la realidad y la ficción. También conviene no acercarse a la novela esperando un nuevo Drácula o una obra de vampiros al uso. Aunque hay algo de terror, se mueve más por los márgenes de la aventura. Me ha gustado tanto que seguiré con la siguiente novela de la serie, El sanguinario Barón Rojo. También tengo las novelas de Gieneveve de Warhammer esperándome. ¡Qué peligro!

Newman, K. (1994). El año de Drácula. Timun Mas.
Newman, K. (1997). El sanguinario Barón Rojo. Timun Mas.