Estaremos de acuerdo en que esta década de los veinte no tiene mucho de feliz y sí bastante de pa'vernos matao. Y todavía no hemos llegado a la mitad. Al menos he podido disfrutar de los 28º nocturnos en octubre en una de mis últimas visitas a España. Si llega el fin del mundo, que me pille en chanclas y bañador. Sudao pero resultón. O no. 2023 ha sido un año de leer menos, ver menos películas y en general todo menos, como las entradas de este blog. Tampoco ha habido grandes viajes, salvo una escapadita a Ámsterdam y unas visitillas por zona leonesa y asturiana. También ha sido el año en el que he empezado en la fotografía analógica, ese hobby tan barato. Así que a los propósitos de año nuevo se resumen en escribir más por aquí, hacer algún viaje solo y seguir haciendo lo que me gusta, que fundamentalmente es leer, escribir, tocar/escuchar música, viajar y hacer fotografías. Y beber menos cerveza, que los ingleses me están malacostumbrando. Ahora sí, toca repaso del año.


LIBROS


  • La novela que más me ha gustado: Horrorstör de Grady Hendrix fue una de las primeras del año, y revisando un poco lo que he leído en este 2023, es lo mejor del año. Quizás no tan fascinante como Piranesi o Nuestra parte de noche, que fueron mis favoritas de 2022 y 2021, Hendrix consigue muy bien mezclar el terror con la crítica social, en un estilo muy sencillo que por momentos recuerda a lo mejor de Stephen King.

  • Premios mejor novela casi ex aequo pero no: Gilded Needles y Cold Moon Over Babylon de Michael McDowell. No son tan redondas como Los elementales, pero tienen algo.



  • Libro de relatos que más me ha gustado: Ustedes brillan en lo oscuro de Liliana Collanzi. Como el año anterior, más terror periférico, en este caso desde Bolivia. Una mezcla de ciencia ficción, terror y distopías conectados por lo telúrico. 

  • Premios mejor libro de relatos casi ex aequo pero no: Como el año pasado, se asoman Emgstrom y Tuttle. La primera con Cuando la oscuridad nos ama y la segunda con Riding the Nightmare. También asoma por esta categoría Michael Ende y El espejo en el espejo, que me dejó bastante mal cuerpo.

  • Menciones especiales: No podían faltar las señoras victorianas y los señores europeos de entreguerras. Number Ninety & other Ghosts Stories de la irlandesa B. M. Croker, The Bishop of Hell & other Stories de Majorie Bowen y Orchard of the Dead and other Macabre Tales de Stefan. Grabinski.

  • Mejores antologías de relatos: Las de Tales of the Weird de la British Library, que sigue publicando todos los meses uno o dos libros. Y casi, casi, me los he leído todos. Si te gusta la ficción extraña anglosajona, aunque no sólo, es de lo mejor. Y baratitos. Aunque no da la vida para leerlos todos.

  • Libro de no ficción: El taller y el cronómetro de Benjamin Coriat. Publicado en los setenta, hacia el final del libro Coriat se pierde un poco en disquisiciones sobre la situación de Francia en ese momento, pero el resto del libro es impecable. Un análisis del surgimiento de un capitalismo insdustrial y un modelo de Estado desde la perspectiva de su quiebra en los años setenta del pasado siglo. 

PELÍCULAS

  • Gialli:
    2023 ha sido el año en que he visto gialli por encima de mis posibilidades. Martino, Fulci, Avati, Bazzoni, Lenzi, Dallamano, Argento... Huellas de pisadas en la Luna (1975) de Bazzoni, La dama roja mata siete veces (1972) de Miraglia y Contrato de sangre (1976) de Avati me han volado la cabeza. Especialmente la primera. Dentro del género hay mucha purria, pero también auténticas joyas. Otras que me han gustado un montón han sido Angustia de silencio (1972) de Fulci, La cola del escorpión (1971) y Muerte sospechosa de una menor (1975) de Martino y ¿Qué habéis hecho con Solange? (1972) de Dallamano. El mundo está lleno de maniaco sessuale.
  • Tierra de canguros: En 2023 también he seguido viendo películas australianas. Algunas tan buenas como La última ola (1977) de Peter Weir, Juegos de carretera (1981) de Richard Franklyn y Despertar en el infierno (1971) de Ted Kotcheff, además de una de las pelis de terror del año pasado, Talk to Me (2022) de los Philippou. ¡Que viva Australia man'que pierda!

  • Películas del culto: El rostro de la muerte (1976) de Alfred Sole, El alucinante mundo de los Ashby (1963) de Freddie Francis, El coleccionista (1965) de William Wyler, Stranger Circus (2005) de Sion Sono y Navidades negras (1974) de Bob Clark. Cada una a su manera, me parecen películas no tan conocidas y muy recomendables.

  • Menciones especiales: Impacto (1981) de Brian De Palma, Dejar el mundo atrás (2023) de Sam Esmail y Cuando acecha la maldad (2023) de Demián Rugna. aunque lo que más miedo da de Argentina ahora mismo no son sus películas de terror.

SERIES

Otro año en el que no ha habido mucho que rascar. Estoy aprovechando los viajes en avión para revisitar Friends y poco más, salvo capítulos sueltos de Expediente X y la primera temporada de Fringe. También revisité Bleach y algún anime más, pero de series nuevas, no consigo que casi ninguna me enganche.
  • Mi favorita del año: El silo (2023). Basada en una trilogía de novelas, esta serie de ciencia ficción ha sido de lo que más he disfrutado del año. Esta sí me ha enganchado, y el hecho de comentarla con los compas de curro, también ha ayudado. Ha sido como volver a Perdidos cuando Perdidos molaba. Ahora está por ver si aguanto las ganas de leer los libros y me espero a la segunda temporada de la serie o no.

  • Otras: Severance (2022) y la segunda parte de The Nevers (2021), que parecía que iba a quedar inconclusa.


TEBEOS


Para variar, 2023 tampoco ha sido un año de muchos tebeos, aunque sí que he aprovechado para terminar algunas series que tenía empezadas. Es algo que me da infinita pereza y que hace que pierda el hilo y las acabe abandonando.

  • Mi tebeo favorito del año: Por tercer año consecutivo, mi tebeo favorito es uno de James Tynion IV. El departamento de la verdad, en una edición ómnibus en tapa dura, ha sido mi tebeo favorito del año. Ayuda el que esté toda la serie reunida en un sólo tomo, o al menos el arco principal. De sus otras series, me he acabo descolgando y no volveré a ellas hasta que publiquen algo similar. El departamento de la verdad es una cosa muy loca, al nivel de Naoki Urasawa, donde Tynion se esfuerza por comprender los mecanismos de la guerra cultural y la manipulación, tan presentes en Estados Unidos.

  • Mención especial: Stillwater de Chip Zdarsky. Sólo había leído el primer volumen hace un par de años, y decidí comprarme los otros dos que me faltaban. Interesante lo que cuenta pero definitivamente tienen un problema en Estados Unidos: meten en terror tebeos que, a lo sumo, son de misterio y thriller. Que sí, que hay gore, pero el gore por sí mismo no es terror.

VIDEOJUEGOS


Hace un par de años me gasté una importante suma en adquirir un MSI portátil para jugar a videojuegos. Nunca más un portátil. Está claro que o no tengo suerte o los portátiles no son tan buenos como dicen. Así que además de tener un caro pisapapeles de MSI, 2023 ha sido el año de la SteamDeck. Es una experiencia completamente diferente pero me ha permitido jugar a videojuegos que de otra manera no habría podido. Este año 2024 sí que le voy a meter bastante al vicio. 

  • Mi favorito del año: El Detroit Become Human. Que sí, que ya tiene unos años, pero me parece de lo mejorcito del género y de la compañía. Y sí, se me han muerto casi todos los personajes y la rebelión ha fracasado, porque que me gusten los videojuegos no está reñido con que sea un manco jugando, pero Detroit Become Human me ha enganchado como hacía tiempo que no lo hacía un videojuego.

  • Menciones especiales: A Plague Tale: Innocence. Quizás en algunos tramos del juego lo de morir una y otra vez se hace muy cuesta arriba, pero la historia está bastante bien y las mecánicas también molan un montón. No han inventado la rueda pero le han dado un uso muy entretenido. 

MÚSICA





En 2023 he escuchado bastante menos música. He pasado de ir caminando al trabajo a ir en bici (y todavía no he muerto atropellado), así que el tiempo que aprovechaba para escuchar música se ha reducido bastante. Aún así he escuchado muchísima música. También he podido aprovechar las visitas a España para ir a conciertos, que han sido básicamente mis vacaciones este año. 

  • Mi disco favorito del año: Repion (2023) de Repion. Mi gran descubrimiento musical, al nivel de las epifanías que todos hemos tenido de adolescentes. Palabra castúa que da nombre a este grupo cántabro compuesto por dos hermanas, Marina y Teresa, afincadas en Madrid. Yo no sé qué es lo que tienen pero estoy enganchadísimo. Son muchas cosas y nada en concreto, pero no puedo parar de escucharlas. Las pude ver en Madrid en octubre, y aunque el sonido de la sala  no acompañaba nada, fue como asistir a un terremoto. Si no las conoces, busca un concierto cercano y vete a verlas. Eso sí, después ya no hay cura.
Cuando  Marina toca la guitarra tú te callah y  lo  asimilah

  • Directo: Pues  quitando a Repion, de los artistas que he podido ver este 2023 me han encantado un montón Delaporte y Quique González. Sandra Delaporte  va loca y mola un montón. Un concierto al que le tenía muchas ganas y en el  que la pude ver colgada  del techo del Camelot  mientras cantaba. Y luego bailó en el centro de la pista como Zahara. Puta ama. Y a Quique González lo  vi en Xixón, en un concierto para los más cafeteros, pues se tocó Salitre 48 entero. Acabé aplaudiendo con las orejas. Fan que es uno.

El  altar del rocanrol

Otro año más esperando el apocalipsis zombi que nunca llega. Y no, las colas en la tienda de Apple no cuentan. Por otro año más lleno de  cosas que nos emocionen. Y porque nunca nos quiten  ni la copa  ni  lo bailao. Que nunca perdamos la ternura. Año 2024, allá voy.