'Lost in a Pyramid & Other Classic Mummy Stories': entre lo literario y la curiosidad histórica

Me gusta más la portada que el libro

En Lost in a Pyramid & Other Classic Mummy Stories Adrew Smith recoge 12 relatos sobre momias. Esta selección se centra en el periodo 1869-1910. Con el comienzo de la construcción del canal de Suez en 1859, los ojos e intereses del Imperio Británico se pusieron en Egipto, dando lugar a una fascinación y, en algunos casos, obsesión, por este país y su pasado.  No hay que perder de vista este contexto histórico para entender y situar apropiadamente estos relatos. Hay autores que justifican el imperialismo británico de su época, en relatos cuyos personajes son la encarnación de esa pretendida modernidad del Imperio y que se enfrentan al pasado bárbaro e incivilizado de Egipto. En otros casos es todo lo contrario, y hay un reconocimiento de igualdad, a veces incluso de superioridad, de la antigua civilización egipcia. De cualquier manera, la momia es un monstruo que sobre todo en esta primera época no da mucho juego: hay una maldición y hay que romperla. Sólo hay que visitar el British Museum  para entender hasta qué punto los ingleses saquearon el patrimonio cultural del país. Así que una pequeña maldición de vez en cuando, no está ni tan mal.


Este libro también quiere aportar material nuevo a este subgénero, ya que la mitad de los relatos no habían sido publicados desde que fueron impresos por primera vez hace más de un siglo. Junto a Lot No. 249 de Conan Doyle que nunca puede faltar en una colección de este tipo, conviven otro tipo de relatos que se mueven más entre el interés literario y el histórico. No ayuda tampoco la limitación autoimpuesta por el editor de recoger relatos únicamente del periodo 1869-1910. Además de, por supuesto, limitarse a autores anglosajones. El resultado es un libro que tiene cierto interés literario para el aficionado, pero que no es la mejor antología sobre momias y relatos del antiguo Egipto que existe. Al menos por sus poco más de doscientas páginas es difícil que se atragante su lectura.


Ampata, una de las mejores momias de la tele

Por recordar otro libro sobre el tema, La maldición de la momia: Relatos de horror sobre el antiguo Egipto que editó Valdemar (quién sino) hace algunos años, es bastante superior a este. También porque las intenciones eran otras: mostrar la evolución de este subgénero a través del tiempo, sobre todo de autores anglosajones, e incluyendo también un par o tres de relatos  de autores hispanohablantes contemporáneos. Recuerdo que en esa antología estaba Pilar Pedraza. De cualquier manera, como suele pasar con los libros que publica la British Library, por lo que cuesta, merece la pena. Además fue junto a The Haunted Library: Classic Ghost Stories el germen de lo que ahora es la colección Tales of the Weird. Así que recordad: no hay momia mala. Salvo si en 1999 fuiste a ver La momia con Brendan Fraser de protagonista y acabaste en una sala viendo La sombra del faraón.





'Queens of the Abyss: Lost Stories from the Women of the Weird': un canon ampliado, más libros y menos dinero


Queens of the Abyss
es uno de los mejores libros de la colección Tales of the Weird publicados por la British Library.
Y de lo mejorcito que ha editado nunca Mike Ashley. Ejemplifica a la perfección lo que es la colección: la recuperación de autores, en este caso autoras, de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Hay autoras conocidas, menos conocidas y totalmente desconocidas. Igual que la selección de relatos que hace Mike Ashley. En ningún caso es la opción fácil u obvia, siempre opta por dar a conocer relatos que siempre pasan bastante desapercibidos y que no suelen incluirse en este tipo de antologías. 


Como suele suceder con otros autores, muchas de las autoras incluidas en esta antología no sólo cultivaban un género: en la mayoría de casos, ser escritora profesional significaba escribir sobre lo que daba dinero. Así, muchas autoras dedicaron su carrera profesional a cultivar otros géneros, bien los libros infantiles, bien la novela romántica, siendo el terror una excepción o una pequeña parte de su obra. Algunas de estas escritoras fueron muy reconocidas en su época, auténticas autoras de best-sellers en la época, que incluso a día de hoy son recordadas. Pero en general, el libro está pensado para dar a conocer la obra, en gran medida desconocida, de estas autoras. Además de rescatar a otras escritoras que nunca han estado en el radar de los aficionados al género.


A destacar autoras como Edith Nesbit, May Sinclair, Greye La Spina, Marjorie Bowen y Margaret St Clair, en un recorrido que abarca más de un siglo. Algunas de estas autoras le podrán sonar al lector hispanohablante, pero no sus relatos. Así que si ya estás un poco harto de leer y releer siempre a los mismos autores, esta antología es una buena opción para ampliar horizontes y disfrutar de unas autoras inmerecidamente olvidadas. Especialmente peligroso es lo de "ampliar horizontes", porque Mike Ashley, en la nota introductoria a cada relato, incluye bibliografía de la autora en cuestión. Y aunque es verdad que se trata de autoras bastante desconocidas y cuya obra hace décadas que no se reedita, últimamente la labor de de la British Library está llevando a pequeñas editoriales a apostar por estas autoras. Así que en muchos casos, además de ser un libro que ayuda a ampliar el canon establecido de Lovecraft y cía., se convierte en una de las mejores cosas que puede ser un libro: un libro que te lleva a otros libros. Y si esto es algo bueno a nivel de alimentar el espíritu, ya no lo es tanto a la hora de tener unas cuentas saneadas. Así que advertidos estáis: preparad la cartera, que os va a hacer falta. Esto tiene más vicio que los libros de Harry Dickson.




Book tag literario: entrando en el vórtice

Otro día más en la soleada Mánchester

1) ¿Cuántos libros son demasiados libros en una saga?

Más de uno ya me da toda la pereza del mundo. Y lo dice alguien que se ha tragado como 15 ó 16 de Dresden Files y alrededor de la veintena del comisario Montalbano, pero no me da la vida. Si algún día el señor Rothfuss publica el tercer libro de Crónica del asesino de reyes, quizás pique.


2) ¿Qué te parecen los cliffhangers?

Son un recurso que correctamente utilizado está bien, aunque no son el único elemento que me mantiene pegado a un libro. Y son un peligro si te vas a leer "sólo un capítulo" antes de irte a dormir.


3) ¿Tapa dura o tapa blanda?

Básicamente depende del presupuesto disponible y de la finalidad. De viaje no me voy a llevar un mamotreto. Además, hay ediciones en tapa blanda que también son una chulada y para mi desgracia, también igual de caras. Pero vamos, que no discrimino. En mi biblioteca conviven expurgos, libros de segunda mano, ediciones de bolsillo y alguna cosita más especial.


4) ¿Libro favorito?

A día de hoy Nuestra parte de noche de Mariana Enríquez. ¿Pero de dónde ha salido esta mujer para escribir así? Seguido muy de cerca por Mandíbula y el dios blanco de Mónica Ojeda, otra que tal baila.


5) ¿Libro menos favorito?

De los leídos este año Las playas del espacio, un libro de relatos de Matheson. Decepcionante. Como con Shiel y Ballard, no le acabo de pillar el punto a Matheson.


6) Triángulos amorosos, ¿sí o no?
Soy más de pentáculo, si es invertido mejor.


7) ¿El último libro que no pudiste terminar?

Cabal, de Clive Barker. Y mira que es cortito, pero nada. A lo mejor en otro momento.


8) ¿Un libro que estés leyendo actualmente?

Lemuria de Strobl y Lost in a Piramyd and Other Classic Mummy Tales de la British Library. Cuando los acabe me pondré con The Only Good Indians de Graham Jones. A ver si Laird Barron lleva razón.


9) ¿El último libro que le recomendaste a alguien?

La importancia del tenedor, un ensayo curioso de Bee Wilson.

 

10) ¿El libro más antiguo que has leído? (Publicado)
En casa de mis padres hay algunos libros del siglo XVIII y XIX, aunque salvo una edición de La vida del Buscón de Quevedo, la mayoría son bastante aburridos.


11) ¿El libro más nuevo que has leído? (Publicado)

Alguno de la British Library.


12) ¿Autor favorito?

Mariana Enríquez. Si algún día fundo una religión estará en mi panteón junto a Lovecraft, Barron, Ojeda, Calvino y Pizarnik.


13) ¿Comprar libros o prestar libros?

Para desgracia mía y de mi bolsillo, comprar libros.


14) Un libro que no te gusta y que todo el mundo ama.

El señor de los anillos. Dentro del mundillo de los aficionados a la fantasía, suele gustar bastante. Lo leí hace más de veinte años y me pareció un tostón. A lo mejor va siendo hora de darle otra oportunidad. O no. Donde esté Titus que se quite Bilbo.


15) ¿Marca páginas/separadores o doblar las esquinas?

Llámalo marcapáginas, llámalo trozo de papel random. Doblar las esquinas es MAL.


16) Un libro que siempre releeré.

Las flores del mal. O cualquier antología de Lovecraft.


17) ¿Puedes escuchar música mientras lees?

Puedo leer escuchando música. Hasta puedo leer escuchando la lavadora del vecino que parece que va a despegar cual cohete en Cabo Cañaveral. O con la tele de fondo.


18) Un punto de vista o varios puntos de vista.

Depende de para qué y de las intenciones del autor/a.


19) ¿Lees un libro de una sentada o en varios días?

Leo cuando tengo tiempo. Como últimamente estoy leyendo mucho libro de relatos, es más llevadero y me cuesta menos soltar el libro. Un cuento o dos y a otra cosa.


20) ¿A quién etiquetas?

Etiquetarse es gratis.





'El demonio del movimiento y otros relatos de la zona oscura': Stefan Grabinski y el otro lado


A Stefan Grabinski le han colocado el epíteto de "el Poe polaco" no sé si por mercadotecnia o qué, pero desde luego no le hace ninguna justicia ni es adecuado si atendemos a su obra, al menos la que tenemos disponible en castellano. La editorial Valdemar publicó hace unos años El demonio del movimiento y otros relatos de la zona oscura, que en su primera parte incluye el libro que da título a la colección y en su segunda una selección de los mejores relatos de Grabinski. Junto con el prólogo de Jesús Palacios, una edición de lujo para adentrarse en este autor, inédito hasta entonces en nuestra lengua.


Sobre lo de "el Poe polaco", imagino que cuando se tradujo su obra al inglés en los noventa fue la manera de venderlo. Poe siempre ha sido un autor que ha formado parte del canon literario. No hay que olvidar que hasta hace poco Lovecraft o King no eran considerados "respetables" por el mundo académico, así que lo de "el Poe polaco" no parece tan mala idea si lo que se quería era anunciar un autor de terror europeo desconocido para el público anglosajón. Hay que tener esto presente para no llevarse una decepción: no esperes de Grabinski lo que no te puede dar.


Grabinski forma parte de ese conjunto de autores centroeuropeos de entreguerras, los Leo Perutz, Lernet-Holenia, Strobl, Ewers, Kubin, Mayrink... que salvo algunas excepciones, y por un motivo u otro (como ser nazi), acabarían siendo olvidados. Hasta ahora. La política Valdemar de publicar autores muertos tiene estas cosas, que te descubren autores como Grabinski o los antes citados Ewers y Strobl, y además lo hacen en ediciones que ya querrían los anglosajones. Porque este libro no es una excepción en la colección Valdemar: buena traducción, introducción, notas... Un pequeño lujo.


De Grabinski no podemos esperar que sea el Poe polaco: forma parte de esa época en la que el terror, lo gótico, esa herencia del romanticismo, se transforma en otra cosa diferente dando lugar al horror moderno, incorporando el materialismo, mezclado con una dosis menor o mayor de surrealismo, dependiendo del relato. En la primera parte del libro nos encontramos con el mundo del ferrocarril: trenes fantasmas que viajan a otras dimensiones, jefes de estación, revisores, maquinistas y viajeros poseídos por "el demonio del movimiento"... todo un universo propio y original surgido de la mente de Grabinski. Y la segunda parte del libro tampoco se queda atrás. No existe una unidad temática, pero sí estilística.


Grabinski es un autor tremendamente moderno, que no escribe sobre las leyendas y el folclore de su país. Está más preocupado en mostrarnos lo que hay detrás del velo que envuelve nuestra realidad y nos permite vislumbrar ese otro mundo, diferente, extraño, que también forma parte de nosotros. En definitiva, un gran descubrimiento. Lo que me hubiese gustado leerlo en el viejo Talgo Salamanca-Barcelona, cuyos trayectos eran un viaje fascinante a otra dimensión.

'La guerra de las salamandras': Karel Capek, el comanche checoslovaco


El periodo de entreguerras es un momento convulso en la historia de Europa, es una época de crisis y también quizás por ello un tiempo de eclosión creadora.
Todavía los grandes centros culturales y de difusión eran europeos: París, Londres, Viena, Berlín... las capitales europeas concentraban el talento mundial y actuaban como crisol de ideas. Karel Capek y su obra son producto de este contexto, de este mundo que se deslizaba hacia el desastre.


Sobre la obra de Capek, destacar dos de sus obras de teatro, R.U.R. y La peste blanca. A la primera, ya se ha dicho muchas veces, le debemos la palabra  «robot» y la popularización de la rebelión de las máquinas dentro del género de la ciencia ficción, y la segunda, escrita en 1937, nos recuerda el peligro de los totalitarismo en forma de plaga -¿hola 2020?-. Dentro de sus novelas, de las traducidas al castellano, está lo mejor de su obra: La guerra de las salamanbras y La krakatita. La primera, una sátira muy gamberra sobre su época y la segunda una advertencia sobre los peligros de la ciencia al servicio de unas ideas equivocadas.


Karel Capek, checoslovaco, fue un intelectual comprometido y un declarado antifascista, compromiso e ideas que atraviesan su obra. Si no hubiera muerto de neumonía unos meses antes de la invasión de su país por la Alemania nazi, es fácil suponer que hubiera compartido el mismo destino que su hermano, asesinado en un campo de concentración. Su estilo combina la fábula, la denuncia social y la sátira dando como resultado un estilo único.


En La guerra de las salamandras, historia sobre el descubrimiento de una especie de salamandras inteligentes capaces del raciocinio y de la manipulación de herramientas con sus pequeñas manos, Capek lleva al extremo este estilo. Estas pequeñas salamandras serán esclavizadas para usarlas como mano de obra barata, pero pronto sucederá una explosión demográfica que hará que las salamandras superen en número a los humanos y eventualmente acaben con ellos. Capek utiliza distintos puntos de vista y distintos registros: podemos leer un pequeño ensayo sobre la reproducción sexual de las salamandras, un panfleto alemán sobre la superioridad racial de sus salamandras, las actas de una sesión del consejo de administración dueño de las salamandras... Capek recorre todos los estamentos, científicos, militares, políticos, culturales para no dejar a títere con cabeza.

Como en La krakatita, en La guerra de las salamandras Capek muestra su preocupación por la ciencia y la idea de progreso. Algo que compartía con algunos intelectuales de la época como Walter Benjamin y su idea del socialismo como freno de emergencia de la historia. Si hay un ejemplo de modernidad, de eficiencia y eficacia, es la maquinaria nazi de exterminio. La ciencia y la tecnología al servicio de la muerte y la barbarie. Así, las salamandras son utilizadas para cambiar el mundo, construir nuevos continentes, nuevas islas, abren una nueva época de progreso y avance, pero en el mismo corazón de ésta, habita la semilla destrucción. Con la rebelión de las salamandras, la destrucción del mundo y la práctica erradicación de la humanidad, comienza la edad de las salamandras, contaminadas de humanidad y capitalismo, condenadas a repetir los mismos errores de los seres humanos. Lo único que nos queda al acabar el libro es una sonrisa cínica, pues Capek no ofrece soluciones.


La guerra de las salamandras, por derecho propio, merece figurar en ese panteón (marcadamente anglosajón) de grandes distopías junto a La guerra de los mundos de H. G. Wells, Un mundo feliz de Aldous Huxley, 1984 de George Orwell y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury.  Las recientes ediciones en castellano de Impedimenta y Libros del Zorro Rojo de La guerra de las salamandras, además de vaciar preocupantemente nuestros bolsillos, hacen justicia al libro de Capek. ¡Qué felicidad más tonta!

'Women's Weird: Strange Stories by Women, 1890-1940': Mind the gap


A todo buen aficionado al género le suenan los nombres de Algernon Blackwood, William Hope Hodgson, Arthur Machen, Lord Dunsanny, H. P. Lovecraft, M. R. James... Sus obras han sido editadas e impresas sin descanso desde hace décadas y su influencia dentro de la cultura popular ha ido creciendo hasta contaminar otros géneros y otras disciplinas artísticas. No necesariamente tienes que haber leído a Lovecraft para saber quién es, como tampoco hace falta escuchar a The Beatles para saber quienes son y tararear alguna de sus canciones: forman parte de lo que somos.


Women's Weird: Strange Stories by Women, 1890-1940 viene a cubrir ese vacío, ese hueco en nuestras estanterías. Editado por Melissa Edmundson y con notas de Kate Macdonald, el libro pretende dar a conocer y poner en valor la obra de autoras ahora y durante mucho tiempo desconocidas pero que en su momento contribuyeron decisivamente a crear y dar forma a eso que se ha venido a llamar weird fiction. No se trata de ninguna cuota de género, sino de conocer y reconocer el papel de las mujeres en un género que, como sucede en otros campos, siempre ha sido olvidadas.


Yendo al contenido del libro, Edmundson ha seleccionado trece relatos de trece autoras para cubrir cincuenta años de narraciones y hay que decir que en esta selección hay auténticas joyas totalmente desconocidas y olvidadas. Hodge de Elinor Mordaunt podría haber sido escrito por el primer Laird Barron, por poner un ejemplo contemporáneo. O The Shadow de Edith Nesbit podría haber sido un episodio de Expediente X. En Women's Weird: Strange Stories by Women, 1890-1940 podrás encontrar relatos que difícilmente podrías leer o tener acceso a ellos de otra manera.

Entre la labor de la British Library que está publicando a autoras como Vernon Lee, Charlotte Riddell, Eleanor Scott y Mary Elyzabeth Braddon y otras editoriales independientes como Handheld Press  que publica este libro o Valancourt Books con su The Women of Weird Tales y Monster, She Wrote, cada vez es más fácil llenar ese hueco injusto de tu librería. Porque aunque tengamos muchos libros y no nos sobre el espacio, siempre hay espacio para algunos más. Sobre todo si van de llenar vacíos. Por mi parte ya estoy deseando hincarle el diente a Women's Weird 2.

'Promethean Horrors: Classic Stories of Mad Science': los monstruos de la ciencia


Promethean Horrors: Classic Stories of Mad Science
es uno de los varios libros que ha editado Xavier Aldana Reyes para esta colección de la British Library.
Por aquí podéis consultar su perfil como profesor de la Manchester Metropolitan University, donde podréis encontrar otros libros suyos, algunos muy interesantes, como Horror: A Literary History


Al contrario que otros libros de la colección, la selección de relatos en Promethean Horrors no está centrada en la búsqueda de relatos desconocidos, sino en todo lo contrario, convirtiéndose en lo que a mi juicio es una de las mejores colecciones de relatos sobre este tema que existen. Esa intención queda clara si repasamos la lista de autores de estos diez relatos que componen el libro: Hoffmann, Villiers de l'Isle Adam, Langelaan, Hawthrone, Poe, Lovecraft, Shelley... Un alemán, un par de franceses, varios estadounidenses... Una selección variada de autores que recorre este subgénero literario desde comienzos del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.


Una de las mejores cosas que tiene este libro, y eso hay que agradecérselo a Xavier Aldana, es que además de esta intención más generalista, de dar a conocer los mejores relatos de este subgénero, también hay espacio para un par de relatos nada conocidos de autoras en general bastante desconocidas: hablo de The Blue Laboratory de L. T. Meade y The Five Senses de Edith Nesbit. Tampoco soy ningún especialista, pero a Nesbit sí la he leído. Penguin editó a principios de la década un libro con sus relatos de terror y además está incluida en La Eva fantástica, la antología de Juan Antonio Molina Foix para la colección de Siruela El ojo sin párpado, además de que siempre hay un par de relatos suyos que suelen aparecer en antologías. Digamos que no es lo suficientemente desconocida: aunque sea de casualidad y no lo recuerdes, seguro que te has tropezado con ella en alguna ocasión. No me sucede lo mismo con L. T. Meade, autora irlandesa de la que desconozco todo y cuyo relato es uno de los mejores de la colección, no desentonando para nada con la lista de clásicos incluidos en el libro. Un gran descubrimiento el de esta autora.


Vincent Price después de leer Promethean Horrors

Promethean Horrors da lo que promete y un poco más: una selección de clásicos y un par de sorpresas con notas e introducción de Xavier Aldana Reyes. Así que Xavi (te llamo Xavi porque después de esta promoción ya hay confianza), si lees esto, invítate a unas pintas por el centro. 


'Casas vacías': Brenda Navarro y las desapariciones


Brenda Navarro, mexicana afincada en España, publicó su primera novela Casas Vacías en formato digital en 2018, y tras su éxito, Sexto Piso se encargó en 2019 de distribuir el libro en formato físico.
Un camino sin duda diferente al recorrido por otras autoras de su generación. A pesar de lo cual, comparte ciertas características, más allá del estilo, con sus coetáneas: una de ellas es que ha sido traducida a otros idiomas. De lo particular, lo pequeño, a lo universal.


Como en Matate, amor de Ariana Harwicz, en Casas Vacías uno de los temas centrales es la maternidad: es lo que se espera de las mujeres. Ser madres, dedicación absoluta a los hijos de por vida,  la maternidad como unidad de sentido de una vida y también como violencia, el alfa y el omega de una mujer. Si Harwicz se centraba más en su novela en el tema de la depresión posparto y sus consecuencias, Navarro se sirve de la maternidad para tratar otros temas: desde la inmigración a EEUU, pasando por la enfermedad mental, el autismo, la violencia machista... Todo esto en una novela bastante breve, que no llega a las 180 páginas.


Hablando de la novela en sí, está construida con una estructura a dos voces: dos madres, dos clases sociales, que dialogan sobre todos estos temas, especialmente sobre ser madres y sobre la desaparición, en este caso de un hijo. No se puede olvidar el contexto mexicano, los cientos de desaparecidos por la violencia del narco. Navarro prefiere obviar eso en su novela para no perder el foco, y la verdad es que es un acierto. Estas dos madres dialogan a lo largo delas tres partes de las que se compone la novela, a modo de pregunta-respuesta. También existe la ambivalencia de la víctima-victimario. Una víctima no es un ser de luz, también es capaz de convertirse en victimario. La condición de víctima no exime de responsabilidades ni impide convertirse en un ser que ejerce la violencia contra los demás y/o contra uno mismo.


Si en Menos que cero de Brett Easton Ellis estaba presente el cartel que rezaba Desaparezca aquí que representaba esa pulsión nihilista de la Generación X, en Casas Vacías sobrevuela un espíritu de época que se puede encontrar en Mónica Ojeda, Laura Ferrero, Mariana Enríquez, Ottessa Moshfeigh o Valeria Luiselli. Como cantaba Evaristo en La última patada, Casas vacías se convierte en "una buena y bonita patada" en todos los morros.

'Menace of the Machine: The Rise of AI in Classic Science Fiction': Skynet antes de Skynet

Qué portadas chulas tiene esta colección

Sí, es cierto que no son libros caros: tapa blanda por menos de diez libras.
Eso por estos lares son dos pintas de cerveza. El problema de las colecciones de la British Library es que no son pocos los libros publicados, así que entre los Tales of the Weird y la Classic Science Fiction están sangrando mi cuenta bancaria a base de bien. Al menos alguien se tomará a mi salud esas dos pintas de cerveza. Eso espero. Lo bueno de esta segunda colección es que ya está finalizada. 


A diferencia de otras colecciones Classic Science Fiction tiene editor jefe, Mike Ashley. Como a Troy McClure, a Mike Ashley lo recordaréis de otras colecciones y antologías, como la citada de la British Library Tales of the Weird y los The Mammoth Book of. Ashley, que lleva en esto desde mediados de los setenta, conoce muy bien el terreno en el que se mueve y sabe bien al público al que se dirige. La Classic Science Fiction es una serie compuesta por varios libros de relatos, varias novelas 'olvidadas' y un pequeño estudio sobre la ciencia ficción clásica anglosajona. En total diecisiete libros que harán las delicias del aficionado al género y que también sirven para aquellas personas que quieran picotear algo sin adentrarse en aguas profundas. 


Menace of the Machine es un recorrido por la ciencia ficción que comienza en el siglo XIX y termina en los sesenta del pasado siglo. No podía faltar en un libro sobre robots e IA el relato de turno de Asimov. También hay espacio para Clarke y Aldiss, incluso aparece un relato no muy conocido de Bierce, pero, en general, hay una profunda labor de investigación, rescate y puesta en valor de autores y autoras olvidadas que en ningún caso desmerecen a los clásicos. Vamos, que a parte de leer el libro, también es interesante investigar por tu cuenta a estos autores y autoras y encontrar obras suyas disponibles hoy en día para leer. Lo que supone dos cosas: más dinero gastado en libros y menos espacio en casa.

Mike Ashley, ese señor


Antes de que le robaran la idea para Terminator a Harlan Ellison, mucho antes de Matrix Ghost in the Cell, la preocupación por las máquinas y su papel en el desarrollo de la historia humana ya formaba parte de las preocupaciones de muchos autores y autoras de ciencia ficción. Menace of the Machine es un recordatorio: ya existía Skynet antes de Skynet.


'Behold the Void/Contemplad el vacío': Philip Fracassi, hay un muchachito nuevo en la weird fiction

 


Behold the Void
es el debut literario de Philip Fracassi, nueve relatos que vienen avalados por el mismísimo Laird Barron, el señor con parche. Es buena publicidad para tu libro que la nueva esperanza blanca de la weird fiction recomiende tu obra y escriba su introducción, pero también existe el peligro de no estar a la altura de las expectativas, que a veces pesan como una losa; las expectativas, esa cosa tan subjetiva. Y es lo que me ha pasado a mí con este libro.


Si consideramos Behold the Void como lo que es, el debut literario de un autor que ya venía publicando relatos en varias antologías y revistas, se puede calificar el libro como un buen primer paso. Si tenemos en cuenta las palabras y elogios que le dedica Laird Barron, creo que se queda por debajo de las expectativas. Bastante por debajo. De los nueve relatos que componen esta colección, todos menos uno ya fueron publicados en otras revistas y recopilaciones. Y en su cu conjunto, están bien. Se mueven muy bien en ese terreno que se ha venido a denominar weird fiction o nueva weird fiction. Hay algo de horror cósmico, terror, body horror... pero le falta algo. Ese algo es algo puramente subjetivo, como las expectativas, y que tiene que ver con el poder de la literatura, de las palabras escritas, para crear estados de ánimo. Hay libros perturbadores, en el mejor y en el peor sentido. Libros que remueven algo en tu interior. La lectura del primer libro de relatos de Laird Barron, mentor de Fracassi, no deja indiferente. Te guste o no. Como leer a Mariana Enríquez (todavía sueño con la casa de Nuestra parte de noche). Y eso es algo que Behold the Void no consigue en ningún momento. No está mal, porque es la verdad, no está mal si te gusta este tipo de género literario, pero no pasa de ahí. Los John Langa, Kaitlin R. Kiernan, Gemma Files y Laird Barron pueden seguir cómodos en sus tronos. Al menos de momento.


Fracassi, hay un muchachito nuevo en la weird fiction

Ha sido al terminar el libro, en los agradecimientos, cuando he descubierto que hay una edición en español de Dilatando Mentes. Cómo de loco hay que estar para hacer algo así. Y qué poco se agradece la labor de esos editores y el esfuerzo de las pequeñas editoriales en traernos pequeñas joyitas como estas. Porque sí, el libro no está mal. Como en el caso de The Secret of Ventriloquism de Jon Padgett, Behold the Void posee algunos elementos que hacen de su lectura algo que merezca la pena. La edición que he leído, publicada por Lethe Press, contiene ilustraciones para cada relato. Cosa que siempre se agradece.


Así que REMAMBAH Dante: 'Dejad toda esperanza los que entréis aquí'. Y si también podéis dejar las expectativas, mejor que mejor. Yo le voy a dar una oportunidad a su segundo libro, Beneath a Pale Sky.