'The Walking Dead': Negan, el alfa y el omega
The Walking Dead llega al final de su séptima temporada y se empieza a notar demasiado la falta de ideas. Todo este proceso viene de mucho antes. Ya la anterior temporada generó sensaciones encontradas, con esa muerte/no muerte de Glenn que alargaron hasta el infinito.
Esta séptima temporada contaba con el factor Negan, el supervillano del cómic de Kirkman. El personaje, interpretado por Jeffrey Dean Morgan (Winchester padre), ha sido el elemnto estrella de esta temporada, tanto para bien como para mal. Y es que es muy difícil trasladar a la pantalla un personaje tan peripatético y exagerado como el Negan del cómic sin llegar a caer en el ridículo. El final de la sexta temporada se enfocó como la presentación de Negan, jugándoselo todo a una carta. La resolución final de esa presentación no llega a estar a la altura de lo esperado, precisamente, por previsible.
The Walking Dead vuelve a repetir la fórmula ya conocida de separar a los personajes principales para unirlos en la lucha final. Rick vuelve a estar contra las cuerdas y nuevamente resurge de sus cenizas. Lo mismo sucede con Carol, Daryl... Al final Negan no ha sido el revulsivo esperado, que empuje a los personajes un poco más allá, y se ha convertido en otro Gobernador más, el malo de final de nivel que hay que superar para pasar a la siguiente fase.
Sin llegar a ser aburrida (por dios, que hay zombis), The Walking Dead vuelve a caer en esquemas repetidos y en golpes de efecto gratuitos. Esperemos que la próxima temporada remonte y no desaprovechen a Negan. ¡No queremos otro Terminus!
11 de abril de 2017, 22:11
Me uno a lo de "por dios, hay zombies", a lo de "no queremos otro Terminus!" Y añado "no queremos otros Wolves!" XD
La verdad es que la aparición de Negan no fue lo que esperaba. El cliffhanger anterior me pareció un truco fácil, cuando habría sido mucho más efectivo cortar de golpe mostrando a la víctima.
Respecto a Negan, la dosificación de sus apariciones fue adecuada: se nota que no se dedicaron a confiar en que las burradas del personaje le salvaran la temporada. Pero también es un antagonista muy difícil de adaptar y me quedo de lejos con el de los cómics: si el primero cuenta con un vocabulario digno de un síndrome de Tourette, el de la serie es capaz de doblarse hacia atrás de formas que no deben ser muy sanas anatómicamente xD. Este último es también más villano gratuito, parece en todo momento que está interpretando un personaje para sus sicarios, mientras que su contrapartida en cómic era, si no un sociópata, alguien que parecía haber perdido la capacidad de comunicarse con los demás de una forma civilizada (como muestra, la versión en viñetas en la que llama gorda a Olivia es entre absurda e hilarante).
En conjunto queda muy lejos de lo bien que me lo pasé con la tercera temporada, la serie es víctima de su propia lentitud y de 16 capítulos que se hacen demasiados.
Ah, y debo decir que uno de los motivos para seguir con ella, además de los zombies es...Shiva! Por fin una serie de muertos vivientes que puedo ver con mis gatas xD