Legion es una serie de superhéroes basada en uno de los personajes de cómic de la editorial Marvel. Si en el cine hay una saturación de películas basadas en superhéroes, empieza a suceder lo mismo en la televisión. Desde series más ligeras como The Flash, Supergirl o Arrow hasta las más "nolanianas" Daredevil y Jessica Jones de Netflix. Dentro de este gran abanico existente, Legion juega la baza de ser algo diferente. Y lo consigue.

Legion es la historia de David Haller, un poderoso mutante diagnosticado de esquizofrenia a muy temprana edad. En un principio, David desconoce sus poderes y achaca todos sus males a la enfermedad. Esta primera temporada narra el despertar de David y el tratamiento de su "enfermedad".

La serie innova en cuanto a la forma, convirtiendo lo visual en su punto fuerte. El talón de aquiles está en el fondo. A las series de superhéroes de Netflix se les achaca un exceso de metraje, con trece capítulos por temporada que se hacen demasiado largos. Legion, con una primera temporada de ocho capítulos, tiene tramos donde el único interés está en lo visual, con una trama que no avanza. este caer en lo contemplativo recuerda a otras series como Hannibal, con esos planos donde se recreaba hasta el infinito la escena de un crimen, o con la reciente Outcast, con problemas similares. Algo parecido pasó con la británica Utopia, que visualmente era atractiva pero cuya trama se desinfló con el paso de los capítulos. Lo que ha contado Legion en esta primera temporada no da para ocho capítulos.

Aunque es evidente que el personaje es un superhéroe, Legion se ha encargado de dejar claro que la temática sólo es una excusa para ofrecer algo distinto.