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Siempre saludaba por las mañanas |
Un fracasado escultor dedicado en cuerpo y alma a su trabajo vive en Londres junto a su socio. El negocio, un moseo de cera, no marcha, y su socio decide incendiar el edificio y cobrar la póliza de seguro, pero Ivan Igor, el escultor, se niega a que su obra sea destruida. Pelean y Ivan queda inconsciente dentro del edificio en llamas. Una década después Ivan Igor, inválido en una silla de ruedas y con sus manos destrozadas por el incendio, dirige un grupo de escultores en lo que va a ser la reapertura de su museo de cera en Nueva York. Paralelamente a esta reapertura, se suceden distintos asesinatos y desapariciones de cadáveres. Florence, a punto de ser despedida de su trabajo por su editor, encuentra en este hecho la posible historia que salve su carrera profesional. Decide ponerse a investigar el caso y acaba descubriendo que algunas de las figuras del museo de cera se parecen sorprendentemente a algunas de las víctimas recientes. ¿Qué está sucediendo y cuál es su relación con Ivan Igor y su museo?
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Creo que se refiere a Florida, ¿no? |
Otra de las cosas sorprendentes de esta película es que está rodada en color. El color en el cine es una técnica que ya se conocía casi desde sus comienzos, pero no era un proceso sencillo y barato. Los crímenes del museo se beneficia de una mejora de esta técnica, denominada proceso 3. De hecho fue la tibia recepción por el público de las películas a color y su costosa conservación lo que hizo que la mayoría de copias se hayan perdido, conservándose sólo las copias en blanco y negro para pases de televisión realizadas en los años cincuenta. Eso explica por qué muchas de esas películas sólo están disponibles en blanco y negro hoy en día y los tonos rojos y verdes de la fotografía, debido a esta primitiva técnica de Technicolor. Salvando las distancias, casi parece que estamos viendo un precursor de lo que luego serían Bava y Argento en los sesenta y setenta.
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Londres no ha cambiado tanto en cien años... |
Los crímenes del museo también está influenciada por el expresionismo alemán. Al menos en algunos planos. Las primeras escenas ambientadas en un supuesto Londres y los interiores del museo beben mucho de este movimiento alemán, a lo que la fotografía, con esos tonos rojos y verdes, ayuda a crear una atmósfera de irrealidad y pesadilla. Lo cual tampoco debería sorprender tanto porque el director, Michael Curtiz (1886-1962) era austrohúngaro. Un director que ha dirigido una de mis películas favoritas de siempre, Casablanca, y que tiene otros peliculones como Ángeles con caras sucias, con Bogart de secundario de lujo, El capitán Blood y Robin de los bosques, ambas con Errol Flynn de protagonista o Doctor X, otra de terror y ciencia ficción bastante desconocida de su extensa filmografía y que rodó un año antes de Los crímenes del museo.
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El Michael Myers de los años treinta |
Los crímenes del museo es una película muy entretenida, que más allá de la curiosidad, tiene valor por sí misma. El terror es un género muy apegado al presente, lo que nos asusta hoy no tiene por qué hacerlo mañana. Cada década tiene su forma de expresar este terror. Por eso la obra de Lovecraft en literatura o esta Los crímenes del museo tienen tanto valor, porque trascienden su propio tiempo. Mis películas de terror favoritas son las de los setenta y los ochenta, pero de vez en cuando está bien dejarse sorprender. Después de ver la película me han dado ganas de ir a Salamanca a visitar la Casa Lis, el Museo de Art Nouveau y Art Decó; o de ver King Kong.
También está el Museo de Cera, aquella película donde salía Paris Hilton, pero mejor la olvidamos. Como toda la década del 2000, vaya XD.
ResponderEliminarHe visto muy poquito cine anterior al 34, y es sorprendente lo que supuso el Código Hays: de Freaks o Mae West se pasó a unas producciones más pacatas y en las que evitar la censura era todo un arte. Y que desaparecieran películas que no tenían que envidiar a las narraciones pulp, como El malvado Zaroff o Los crímenes del museo de cera.
Hostia, había olvidado la película donde aparecía Paris Hilton. Vaya horror, más allá del cameo. Creo recordar que había un capítulo de Supernatural que hacían una coña al respecto, ya no recuerdo si con cameo de Hilton o no.
ResponderEliminarHablando de remakes, hace poco vi Body Snatchers, traducida en castellano como Secuestradores de cuerpos, y me sorprendió para bien. Conocía y había visto la clásica de Siegel, La invasión de los ladrones de cuerpos, La invasión de los ultracuerpos de Kauffman de los setenta, incluso Invasión con Nicole Kidman de prota, pero esta Body Snatchers ni me sonaba. Y grata sorpresa. Si al final va a resultar que los noventa no estuvieron tan mal xD.
Yo tampoco he visto demasiado cine anterior al código Hays, pero sí me gusta bastante Michael Curtiz, el director, y vaya diferencia. A ver si me reveo Doctor X y la traigo por aquí.