Retrofuturismo: el futuro desde los 80 con 'Proyecto Brainstorm' (1983) y 'Juegos de guerra' (1983)
Proyecto Brainstorm (1983) es una película de ciencia ficción y misterio dirigida por Douglas Trumbull y protagonizada por Christopher Walken y Natalie Wood. Sería la última película de Wood, que falleció cuando todavía se estaba rodando la película y obligó a Trumbull a hacer malabares para finalizarla.
Proyecto Brainstorm se adelanta en más de una década a Días extraños (1995) de Kathryn Bigelow. Los científicos Brace y Reynolds desarrollan un dispositivo capaz de grabar las emociones y experiencias de una persona y ser reproducidas por otra. Lo que en Días extraños nos llevaba a las snuff movies, en Proyecto Brainstorm sirve de excusa para desarrollar un tecno-thriller en el que los militares están interesados en este dispositivo.
El diseño de producción de la película apunta claramente al cyberpunk, con esa realidad distorsionada que nos indica que ese mundo no es el nuestro. No hay cosas muy locas, pero sí esos veinte minutos en el futuro que generan una sensación de extrañamiento. Hay planos generales de los laboratorios donde trabajan los protagonistas, que son una versión modesta y limpia del Los Ángeles de Blade Runner. O la bici eléctrica que usa Walken durante toda la peli, el diseño de su casa, que es la fantasía de un inventor renacentista. O el propio dispositivo que graba y reproduce emociones y experiencias, que utiliza unas bobinas de cine enormes. También el protointernet que aparece en la película, que como las chicas del cable en los primeros tiempos del teléfono, depende de un señor contestando un teléfono y buscando la grabación escogida para reproducirla. Todo muy naif, con un punto de ingenuidad que lo hace adorable.
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| ¿Dónde está el bluetooth en este aparato? |
La década de los ochenta fue la época de los botones de luces, las pantallas de tubo y los teclados gigantescos. También fue la época en la que tuvo lugar la transición de la tecnología entendida y representada como aparatos grandes metálicos, de formas rotundas y cuadradas, a versiones igual de grandes pero de formas suavizadas y de aristas más redondeadas hechas de plástico. También en esta década la ficción, especialmente la ciencia ficción, se debatía entre el pesimismo de la destrucción mutua asegurada nuclear y la tecnofobia alimentada por la codicia de grandes corporaciones y la fe en el progreso científico y tecnológico. Blade Runner (1982) o 2010: Odisea dos (1984) son buenos ejemplos de esto que digo. Los que nacimos en los ochenta y crecimos en los noventa observamos curiosos como nuestro mundo ha acabado convertido en objeto de nostalgia. También miramos aterrados y fascinados el cambio de paradigma: la desaparición de los soportes físicos era algo que no se nos pasaba por la cabeza, como el impacto de internet y las redes sociales. Vivimos la destrucción de la memoria y la atención a ritmo de like donde la verdad es lo que tú quieras creer. Tiempos interesantes.







30 de octubre de 2025, 14:45
Tengo la teoría que las películas de serie B de principios de los noventa son un poco el tiempo de descuento de la década anterior..muy similares en estilo, hasta el 96 no parece que se diera el salto definitivo a lo noventero.
De momento, me apunto estas dos películas, que no había visto (entre estas, y que me mencionaron El secreto de Joey, ya tengo programación y magdalena de Proust para lo que queda de mes), aunque en el caso de Juegos de guerra tiene más delito haber llegado hasta este año sin verla.
"darse cuenta más tarde de que ha desatado una emergencia nuclear que puede acabar en catástrofe." Este perfectamente podría ser Elon Musk en su día menos desquiciado.
30 de octubre de 2025, 16:15
Totalmente de acuerdo. Igual que hay pelis de principios de los ochenta que parecen de la década anterior. Pero en general el lenguaje visual del terror en los ochenta llega hasta casi los dos mil.
La última vez que vi Juegos de guerra sería, casi seguro, a mediados de los noventa en TVE. La tenía completamente olvidada. Brainstorm la vi hace mil también. A mí este revisionado de Brainstorm me ha gustado mucho. Es de las pocas pelis de Walken que no está histriónico/encocado perdido.
El secreto de Joey y 1997: El principio del Arca de Noé, de las primeras pelis de Emmerich, las tengo en la lista para futuros volúmenes. Tengo a medias uno de terror checoslovaco, otro alemán y uno sobre UFOs xD.
Musk ahora está con el proyecto de hundir Wikipedia. Ni media idea sana tiene el tontolaba xD.